El documental narra la importancia del sitio arqueológico “Ruinas de Molleturo” como parte fundamental del testimonio ancestral y de la identidad cultural de la región. Se describe este complejo como vestigio de un extenso imperio que fusiona elementos de las culturas cañari e Inca y que sirvió como centro estratégico en la ruta del gran Camino del Inca. En el relato se destacan estructuras como los tambos reales (lugares de descanso para ejércitos y viajeros) y la plaza central, en la cual se identifica un singular elemento con forma de pirámide truncada y escalerada, usado en ceremonias y sacrificios. Asimismo, se hace mención a otros vestigios arquitectónicos como un “baño del Inca” con reservorio y a una ventana orientada al este que probablemente funcionaba como reloj solar y como instrumento para determinar el calendario agrícola de los aborígenes.