Un país sin cine es un país primitivo. Una sociedad sin cine es subdesarrollada, pobre de espíritu es por esto que se debe empezar a preguntar ¿Por dónde hay que comenzar? ¿Qué es lo primero que hay que hacer?, para empezar un verdadero cine en Ecuador, contando historias con un lenguaje cinematográfico, con poesía, narrar esta sociedad y sus contradicciones, la condición humana, con un mínimo de interés y pasión, con sentido crítico profundo, pues el cine además de interpretar el mundo en diferentes modos, puede contribuir a transformarlo.

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