El cineasta Carmigniani, especializado en documentar la naturaleza y comunidades ancestrales, visita nuevamente una comunidad Huaorani en la Amazonía ecuatoriana. Al llegar tras navegar por un río y caminar por un sendero, es recibido festivamente por un grupo de hombres, mujeres y niños Huaorani, entre ellos Samuel, hijo de la histórica Dayuma. Samuel le explica que la comunidad se ha trasladado a una zona más rica en recursos. Carmigniani interactúa amigablemente con todos.
Durante su estancia, Carmigniani documenta la vida cotidiana: la recolección de frutos, la pesca, y la construcción de viviendas. Por la noche, registra a a la comunidad reunida, con mujeres cocinando y alimentando a sus hijos. También se muestra en una hamaca junto a un hombre Huaorani en conversación muy animada. Finalmente, dos hombres Huaorani, junto con Samuel juegan con un papagayo y Carmigniani se une para tomarse una foto. Todas las escenas incluyen naturaleza, fauna de la selva, como monos y mariposas.

El idioma del pueblo huaorani no se encuentra codificado en la lista de códigos Marc