Testimonio de las mujeres de una pequeña comunidad Calvario de la Calera que pertenecían a un latifundio de la serranía. Las mujeres cuentan como sus antepasados debían ordeñar 60 vacas diarias, el patrón tenía acceso a las mujeres y las preñaba. En la actualidad las mujeres se han organizado con la ayuda de la fundación Quilago para manejar la labranza y dar soluciones específicas y urgentes para la comunidad, como son: mejoramiento de la producción, de la alimentación, fomento de la participación de las mujeres en las decisiones de la comunidad. Las mujeres construyen la casa que les servirá de cobijo en la que podrán construir sus sueños con coraje y esfuerzo.